El entrenamiento es solo una parte del rendimiento deportivo: la alimentación adecuada marca la diferencia entre esfuerzo y resultados. Una dieta pensada para deportistas mejora la fuerza, la resistencia y la recuperación muscular, ayudando a mantener el cuerpo en equilibrio y saludable.
Nutrientes clave y alimentos recomendados
Proteínas: esenciales para la reparación y el crecimiento muscular.
Fuentes: huevos, pollo, pescado, legumbres, tofu.
Carbohidratos complejos: principal fuente de energía para entrenamientos intensos.
Fuentes: avena, arroz integral, quinoa, batatas.
Grasas saludables: favorecen la función hormonal y el control de inflamación.
Fuentes: aguacate, frutos secos, aceite de oliva, semillas.
Vitaminas y minerales: contribuyen a la recuperación y al rendimiento general.
Fuentes: frutas frescas, verduras de hoja verde, frutas rojas, cítricos.
Estrategias prácticas
Hidratación constante: agua y bebidas con electrolitos durante entrenamientos prolongados.
Comidas pre-entreno: carbohidratos de digestión lenta + proteína ligera para energía sostenida.
Recuperación post-entreno: proteínas + carbohidratos para reparar fibras musculares y reponer glucógeno.
Snacks inteligentes: frutos secos, yogur natural o batidos proteicos entre comidas.
Una nutrición equilibrada y adaptada a la actividad física no solo mejora el rendimiento deportivo, sino que también acelera la recuperación, fortalece el sistema inmune y mantiene la energía durante todo el día.