Después de un entrenamiento intenso, el cuerpo necesita recuperarse para adaptarse, crecer y prevenir lesiones. La recuperación activa combina movimiento suave y técnicas específicas para acelerar la regeneración muscular y mantener la movilidad.
Beneficios de la recuperación activa
Reduce el dolor muscular: ayuda a disminuir el conocido DOMS (dolor muscular de aparición tardía) tras entrenamientos intensos.
Mejora la circulación: el flujo sanguíneo estimula la entrega de oxígeno y nutrientes a los músculos fatigados.
Favorece la flexibilidad: movimientos controlados y estiramientos ligeros previenen rigidez y tensiones.
Acelera la recuperación global: al mantener el cuerpo en movimiento, los procesos de reparación se activan de manera más eficiente.
Estrategias efectivas
Movilidad y estiramientos suaves: 10‑15 minutos de movimientos articulares y elongación ligera.
Body Roll o foam rolling: masaje miofascial que ayuda a liberar tensiones y mejorar la circulación.
Autopilates ligero: ejercicios de control y respiración que fortalecen músculos profundos sin fatigar.
Caminatas o cardio suave: 10‑20 minutos de actividad de bajo impacto para mantener la circulación activa.
Hidratación y nutrición: beber suficiente agua y aportar proteínas y carbohidratos para optimizar la reparación muscular.
Incorporar la recuperación activa a tu rutina no solo acelera la regeneración, sino que también reduce el riesgo de lesiones y mejora tu rendimiento en entrenamientos posteriores. ¡Mueve el cuerpo con intención y deja que se recupere de manera inteligente!
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